En este artículo:
- ¿Qué es el pecado?
- La justicia es parte de lo que somos
- Viviendo la imagen de la justicia
¿Ha escuchado alguna vez a la gente hablar de Dios como el Dios de justicia? Dios muestra varios atributos: amor, soberanía, fidelidad, constancia y justicia. Cuando la Biblia habla del carácter de Dios con frecuencia usa la palabra “justicia” en el sentido de “rectitud”.
“Justicia” es un término que se refiere a lo que es justo y recto. El diccionario Merriam-Webster define la justicia como “el principio o ideal del trato justo o la acción correcta: la conformidad con este principio o ideal: la rectitud”. La Biblia nos enseña que Dios es un Dios de justicia. Sin embargo, para poder entender a Dios completamente como un ser justo necesitamos entender la naturaleza del pecado.
Definición del pecado
¿Qué es el pecado? El pecado es todo lo que contradice la naturaleza santa de Dios. Pecado es lo que ofende a Dios. La justicia demanda la separación de Dios. Romanos 3:23 afirma que “todos han pecado y están privados de la gloria de Dios”. Pero Romanos 5:8-11 nos enseña que Dios nos amó tanto que envió a su Hijo único Jesús para que pagase la pena por el pecado y la muerte a favor de todos los que aceptan a Jesús como su salvador.
Romanos 5:8-11 dice: “Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. Y ahora que hemos sido justificados por su sangre, ¡con cuánta más razón, por medio de él, seremos salvados del castigo de Dios! Porque si, cuando éramos enemigos de Dios, fuimos reconciliados con él mediante la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, habiendo sido reconciliados, seremos salvados por su vida! Y no sólo esto, sino que también nos regocijamos en Dios por nuestro Señor Jesucristo, pues gracias a él ya hemos recibido la reconciliación” (Rom. 5:8-11, NVI).
El amor de Dios es tan profundo que, a pesar de que nuestro pecado nos separa de la gloria de Dios, Dios demuestra su justicia enviando a su propio Hijo Jesús para revelarnos cómo podemos ser restaurado y reconciliados con él. A través de la cruz y la resurrección de Jesucristo, somos llevados a la rectitud y se nos provee de un nuevo entendimiento de la justicia.
Justicia en nosotros
El libro de Génesis nos dice que hemos sido creados a la imagen de Dios. Así como Dios demanda justicia, así también los seres humanos demandamos justicia. Tenemos un profundo anhelo por la justicia moral. Cuando la injusticia golpea, nos indignamos. ¿Por qué buscamos la justicia? La justicia es un sentido que hemos heredado de nuestro Creador. Somos justos porque Dios es justo.
Si no hubiera justicia en el universo que Dios ha creado, no habría un código moral. Los seres humanos no tendrían derechos. Más importante, no tendríamos deseos de vida eterna. Toda verdad en el universo apunta a la mano de Dios. Lo que hemos descubierto a través del conocimiento humano son las verdades que existen de la obra de Dios. La sabiduría infinita de Dios está escondida para que nosotros la descubramos en todo el universo. La justicia es uno de estos descubrimientos que no tiene un verdadero comienzo o verdadera explicación. En asuntos de moralidad, abrigamos las verdades de Dios en nuestros corazones.
Dios es justo.
La justicia es un rasgo indispensable del carácter de Dios, tal como el amor, la gracia y la misericordia son atributos clave del carácter santo de Dios. Si no hubiera justicia, el poder del pecado y la muerte vencerían. No tendríamos recompensa por obedecer la palabra de Dios. El profeta Miqueas nos dice: “¡Ya se te ha declarado lo que es bueno! Ya se te ha dicho lo que de ti espera el SEÑOR: Practicar la justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios. (Miqueas 6:8, NVI). El carácter justo de Dios refleja cómo debemos caminar por la vida.
Madison Myers se graduó de la Universidad de Tennessee, Chattanooga, con un título en Mercadotecnia. Madison ha viajado a la mayoría de los parques nacionales de nuestro país y su meta es visitarlos todos.