Autores de la iglesia antigua todavía son relevantes el día de hoy

Madre Teodora
Madre Teodora

Un cristiano de hace 2000 años atrás tendría problemas para reconocer muchos de los aspectos de la iglesia moderna. De muchas maneras, la iglesia ha crecido en entendimiento y ha evolucionado en teoría y práctica a lo largo del tiempo. Pero si analizamos los pensamientos y prácticas de los primeros cristianos, los creyentes de hoy también podrían aprender mucho para iluminar su teoría y práctica.

Veamos algunos profundos pensamientos en cuanto a cómo vivir en paz y rectamente que algunos de los líderes de la iglesia antigua nos comparten. Estos primeros creyentes tuvieron mucho que decir acerca de la unidad, la justicia, la pobreza y la compasión.

Primera de Clemente de Roma a los Corintios, párrafo 30 (escrita al final del primer siglo de la EC)

Alabemos a Dios y no a nosotros mismos, porque Dios odia a quienes se recomiendan a sí mismos. Que sean otros los que den testimonio de nuestras buenas obras, como lo fue el caso de nuestros santos ancestros.

La Didajé, IV.8 (escrito en el primer o segundo siglo EC)

No abandones al necesitado, sino comparte todos tus bienes con tu hermano, y no dirás de ninguna cosa: “esto es mío”, porque si compartes lo que es inmortal, cuánto más lo que es temporal.

Atenágoras de Atenas (133 – 190 EC)

Los cristianos no podemos tolerar ver que se mate a un ser humano, incluso si se hace en justicia.

Tertuliano (160 – 220 EC)

Esta absolutamente prohibido pagar mal con mal.

Los cristianos no injurian ni siquiera a sus enemigos.

Sólo sin la espada puede un cristiano hacer guerra: El Señor abolió la espada.

Teófilo de Antioquia (muerto ca. 185 EC)

Digan a quienes los odian y maldicen: ¡Ustedes son nuestros hermanos!

Minucius Félix (160 – 230 EC)

Los lujos adormecen la mente, pero la frugalidad la fortalece.

Orígenes (185 AEC – 254 EC)

Para quienes nos preguntan de dónde venimos o quién es nuestro líder, les respondemos que hemos venido de acuerdo a los consejos de Jesús para terminar con nuestras espadas argumentativas, arrogantes y guerreras, para así convertirlas en arados, y  también convertimos en hoces las lanzas que antes usamos para pelear.

Hemos llegado a ser hijos de la paz por amor a Jesús, nuestro líder.

Epístola a Diogneto (a fines del 2do siglo EC)

“[Los cristianos] aman a toda la gente, y son perseguidos por todos… son escarnecidos, y ellos bendicen; son insultados, y ellos muestran respeto.

Atanasio de Alejandría (293 – 373 EC)

Los cristianos, en lugar de armarse con espadas, extienden sus manos en oración.

Madre Sinclética de Alejandría (muerte ca. 250 EC)

Los que se acercan a Dios, al principio, tienen muchas luchas y trabajo. Pero después hay una alegría indescriptible. Es como encender un fuego: al principio hay humo y los ojos se ponen llorosos, pero luego se obtiene el resultado deseado. Así, debemos encender el fuego divino en nosotros mismos con lágrimas y esfuerzo.

San Basilio el Grande (330–379 EC)

Abre tus puertas de par en par. Deja que tu riqueza vaya libremente a todo lugar. Así como un gran río fluye a través de los mil canales de un fértil campo, que así también fluya tu riqueza a través de los muchos conductos hacia los hogares de los pobres. Los pozos de los que se saca agua fluyen mejor, pero si no se usan se obstruyen… El dinero que se mantiene inactivo no tiene valor, pero cuando se mueve y va de mano en mano, beneficia a la comunidad y aumenta.

Macario de Egipto (300 – 391 EC)

Si te llenas de ira cuando repruebas a alguien, sólo gratificas tus propias pasiones. No te pierdas a ti mismo para salvar a otro

San Crisóstomo (347–407 EC)

Si un pobre se te acerca para pedirte pan, no tienen fin tus quejas y reproches y acusaciones de ociosidad. Lo reprendes, insultas y te burlas de él. No te das cuenta de que tú también eres un flojo y que, sin embargo, Dios te concede dones.

Madre Sara del Desierto (5th Century CE)

Si le pido a Dios que toda la gente apruebe mi conducta, terminaría como una penitente a la puerta de cada uno, así que más bien voy a pedir que mi corazón sea puro hacia todos.

Evagrio Póntico (345-399 CE)

Saca de tu corazón el deseo por muchas cosas y así evitarás que tu mente se disperse haciendo que pierdas la calma.

Antiguo Credo Bautismal

Ustedes son todos hijos de Dios:

No hay judío o griego,

No hay esclavo o libre,

No hay hombre o mujer,

porque todos son uno.

Editado por Ryan Dunn, ministro de involucramiento por internet

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