Las cinco preguntas más difíciles para los pastores

En algunas profesiones, las preguntas sobre el amor y la vida sólo vienen desde el contexto donde se ejercen. Peluqueros/as y taxistas pasan mucho tiempo escuchando y lo mismo ocurre con los/as pastores/as metodistas unidos/as, que a menudo reciben preguntas después del culto el domingo, a partir de una llamada de teléfono un martes por la tarde o en la mesa en medio de una cena de la iglesia. Algunas consultas son sencillas, pero otras son mucho más difíciles de abordar. A diferencia de la peluquera y el taxista, los/as pastores/as y sus fieles que los/as clérigo deben tener siempre respuestas y consejos claros.

Para explorar este tema más profundo, le pedimos a un grupo de pastores/as metodistas unidos/as que compartieran las cinco preguntas más difíciles que reciben.

5. De las bocas de los niños

Algunas de las preguntas más difíciles que los/as pastores/as reciben provienen de los miembros más jóvenes de sus congregaciones. El Revdo. Dennis Crump, profesor adjunto del College Lindsey Wilson y pastor metodista unido en Kentucky, nos cuenta que su hijo de 8 años en aquel entonces le pregunto, "¿Puede el diablo ser salvo?" Tener una conversación acerca de las posibles limitaciones a la gracia de Dios con un niño puede parecer un enigma. "Después de unos momentos pensativo y con algo de discusión", Crump compartió, "llegamos a la conclusión de que [el diablo], probablemente, no puede ser salvo de la misma manera que nosotros porque no tiene capacidad de ahorro de la fe... Sin embargo, en la mente de Dios, pueda que todavía haya alguna una manera?”.

4. Bien o mal?

Hablando de la gracia de Dios, se les pide a los/as pastores/as explicación sobre el ofrecimiento de gracia hacia aquellos/as con los/as que no estamos de acuerdo. Temas de actualidad como la inmigración, la guerra, la identidad sexual y el brote de Ébola en África, generan preguntas acerca de cómo responder a los que tienen un punto de vista diferente. El Revdo. Mark Walus, pastor bi-vocacional en la Iglesia Metodista Unida Monroeville (Indiana), y consultor informático, compartió la historia de un adolescente mayor que se le acercó después del culto y le preguntó: "Mi amigo de la escuela es gay. ¿Qué debo hacer? “El pastor Mark compartió un mensaje rápido de la gracia y el amor, y luego invitó a este joven a regresar para tener una conversación más profunda.

3. ¿Cómo podemos ...?

Esos asuntos grandes y complicados están a menudo en las mentes de los congregantes. El Revdo. Greg Milinovich, pastor de la Iglesia Metodista Unida Catawissa Avenue en Sunbury, Pennsylvania, dice, "Las preguntas más difíciles que recibo como pastor son las preguntas de “cómo hacer o cómo hago”, con as cuales la gente está buscando soluciones fáciles para lo que a menudo son problemas sociales, culturales y problemas de relación". Cuando alguien pregunta, "¿Cómo podemos llegar mejor a los jóvenes con problemas en nuestro barrio? ", el confiesa que no tiene una respuesta. El pastor Greg se siente cada vez más más cómodo diciendo, “No sé", ya que ofrece una oportunidad para que el/la pastor/a y el/la miembro de la congregación exploren soluciones juntos/as.

La Revda. Lilla Lakatos, quien ha pastoreado en Óbuda, Dombóvár, Szeged y Alsózsolca en Hungría,  añade "tengo la firme convicción de que no necesitamos responder a todas las preguntas. Una buena pregunta puede ayudar mucho más que una buena respuesta".

2. Preguntas sin respuesta

A veces hay preguntas que los/as pastores/as desean que se les pregunte. La Revda. Sharon Harris, pastora de Hopewell, Pine Grove y la Primeras Iglesia Metodista Unida Kinder en Louisiana, tuvo una persona de otra iglesia que le preguntó, "¿por qué mi pastor predica que los/as cristianos/as que hacen ciertas cosas van para el infierno a pesar de que fueron "una vez que se es salvo, se es salvo por siempre"?. Los/as pastores/as prefieren no hablar de los ministerios de los demás; en lugar de esto se debe aprovechar la oportunidad para hablar de las cosas que nos distinguen como metodistas unidos/as como la santificación y el proceso de crecimiento hacia la perfección cristiana.

El Revdo. Darryl Stephens, profesor adjunto en el Seminario Evangélico Teológico de Garrett, se alegra cuando surgen preguntas como estas. "Creo que algunas de las preguntas más difíciles – dice Stephens -son las que los/as pastores/as nunca entienden. Por ejemplo, la lucha contra la mentalidad de una cultura desenfrenada que entiende que "todo sucede por una razón" y que salta como la respuesta a las preguntas realmente difíciles de la teodicea (la palabra que se usa en los seminarios para explicar por qué le suceden cosas malas a la gente buena)”.

Lo que nos lleva a los/as pastores/as, a la interrogante en la que coincidimos universalmente en reconocer como la más difícil…

1. ¿Por qué?

El Revdo. John Partridge, pastor de la Iglesia Metodista Unida Trinidad de Perry Heights en Ohio, le preguntaron, "¿Por qué las personas mueren jóvenes?", después de una muerte prematura en su congregación. El Revdo. Carl Chamberlain, pastor y teólogo residente en la Iglesia Metodista Unida Amsterdam en Nueva York, y ex coordinador de la atención espiritual para enfermos terminales y cuidados paliativos, dijo que las preguntas más difíciles que recibe son, "¿por qué Dios permite el cáncer, la pobreza, el hambre, la guerra, los desastres naturales o cualquiera de los otros males que experimentamos?".

El pastor Lakatos de Hungría se preguntó por qué Dios no estaba respondiendo a las oraciones por empleo de una pareja. El Revdo. Bev Hall, pastor en la Iglesia Metodista Unida Pleasant Hills de Ohio, nos contó acerca de una vez que llevó a cabo el funeral de una madre y su niño (quienes habían muerto durante el parto), mientras el viudo le preguntaba, "¿por qué Dios le hizo esto a mi familia?".

El Revdo. Stefan Pfister, veterano de 20 años en el ministerio pastoral actualmente sirviendo en Davos, Suiza, y un mentor para pastores jóvenes en Camboya, lo resume bien. "La pregunta del ‘porque’ es probablemente la más difícil", recalca. Mientras que él anhela la respuesta adecuada, se siente mucho más cómodo diciendo que no tiene la respuesta. Mientras ministraba a una familia después de un suicidio, Pfister dice, "traté de responder a algunas preguntas, aunque sé que todas mis explicaciones eran sólo una pequeña parte de toda la realidad. Esto me hizo darme cuenta que no hay respuestas fáciles a preguntas difíciles. Hay muchas cosas que simplemente no las sé. Sólo sé una pequeña parte del cuadro completo".

El Revdo. Kerry Cameron, pastor en la Iglesia Metodista Unida Four Points Parish en Burlington, estado de Vermont, está de acuerdo en que "a veces la gente sólo necesita que alguien escuche su dolor, sobre todo cuando no hay respuestas".

Como Lilla Lakatos anteriormente nos recordó, "Una buena pregunta puede ayudar mucho más que una buena respuesta". Una un/a pastor/a metodista unida es una persona indicada para hablar sobre estos temas.

*El Revdo. Joe Iovino trabaja en Comunicaciones Metodistas Unidas. Para más información acerca del Revdo. Iovino o el artículo, visite el enlace: https://www.umc.org/en/content/the-five-most-difficult-questions-for-pastors

** Michelle Maldonado es la Directora Asociada de Comunicaciones Hispano/Latinas de la IMU. Puede contactarle al (615)742-5775 o por el [email protected]

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