La fe fortalece su capacidad de ser resiliente

Las prácticas de la fe producen resiliencia
Las prácticas de la fe producen resiliencia

Todos sabemos que la resiliencia es necesaria para recuperarnos de los desafíos que la vida nos pone en el camino. Y no cabe duda de que la vida nos lanzará desafíos. La resiliencia nos da el poder para afrontar estos desafíos con un espíritu positivo y para enfrentar efectivamente el estrés de los desafíos.

La fe edifica la resiliencia porque nos ayuda a ver nuestra situación presente desde una perspectiva a largo plazo. Fundamenta nuestras perspectivas en la esperanza, y evita que seamos aplastados por las circunstancias difíciles. De modo que, exploremos algunas prácticas de fe que edifican nuestros poderes de perspectiva y que desarrollan nuestra resiliencia personal.

¿Qué es la resiliencia?

La resiliencia es nuestra habilidad de continuar adelante en medio de la adversidad. Cuando el camino se torna difícil, la resiliencia nos capacita para seguir adelante. Maya Angelou nos compartió una excelente definición de lo que es la resiliencia, cuando dijo: “Quizá usted no pueda controlar todo lo que le ocurre, pero usted puede decidir no dejarse abrumar por lo que ocurre”. La vida nos enseña que pocas veces estamos en control de las circunstancias a nuestro alrededor. Pero podemos controlar cómo reaccionamos a estas circunstancias. La resiliencia es nuestro poder personal para atravesar por la situaciones difíciles sin que éstas nos disminuyan.

Esto significa que el trauma, las amenazas y el estrés no nos detienen. Es cierto que eventos negativos poderosos pueden afectarnos y, por lo general, no para mejor. Pero al mismo tiempo, estos eventos no tienen por qué reducir nuestras aspiraciones para el futuro, nuestras habilidades para imaginar posibilidades para nuestra vida, ni menoscabar nuestro sentido de valor personal. La resiliencia impulsada por le fe nos provee de un sentido de esperanza y valor.

¿Cómo es que la fe afecta la resiliencia?

La fe es el catalizador de la perspectiva porque demanda que veamos el mundo desde otro punto de vista, uno basado en la esperanza. El ser una persona de fe significa subscribirse a la idea de que hay un plan de esperanza y bienestar a largo plazo. Quienes practican la fe cristiana basan su esperanza en la expectativa de que un Dios de amor y su pueblo mueven el mundo hacia el amor, la paz y la justicia completas.

Dado que la fe involucra creer en un Creador benevolente, esto implica que el control último del universo no está en manos de nuestros detractores o nuestros obstáculos. Más bien, el control último del mundo está en manos de una fuerza que busca el bien. Aunque esta creencia algunas veces se siente como problemática en medio de situaciones traumatizantes (“¿por qué Dios permitió que esto ocurriese?”), también ofrece la esperanza de una perspectiva a largo plazo de que nuestra situación puede cambiar y que hay esperanza de que las cosas cambien para mejor.

Para mantenernos enraizados en esta esperanza, especialmente en medio de circunstancias difíciles, sería beneficioso utilizar prácticas que fomentan un sentimiento de resiliencia más profundo.

Prácticas que se recomiendan para incrementar la resiliencia

La Asociación Americana de Psicología recomienda tres prácticas generales para edificar un sentido más fuerte de resiliencia: edificar conexiones, fomentar el bienestar y encontrar propósito. Estas prácticas generales son parte de la vida de fe. Muchas de las prácticas espirituales que se usan para profundizar la fe, también producen resiliencia.

Edificar conexiones

Nuestra fe se practica en comunidad. Los preceptos de la fe se centran en edificar comunidades de apoyo y amor. Muchas veces, la experiencia de participar en la fe nos llega a través de alguien que nos invita a ser parte de una comunidad de fe. Los que buscamos fortalecer nuestra resiliencia podríamos recibir invitaciones a unirnos a una comunidad cristiana. Esto significa que debemos considerar tomar parte de las siguientes actividades grupales:

  • Grupo de estudio bíblico
  • Grupo que se reúne a través de la web para meditar juntos
  • Grupo Cristiano de discusión (a través de Discord o Facebook, por ejemplo)
  • Compartir en grupo experiencias de adoración regulares
  • Unirse a una oportunidad de servicio organizada por la iglesia
  • Pedir ayuda cuando uno la necesite

Fomentar el bienestar

La Asociación Americana de Psicología recomienda cuidar de nuestro cuerpo y nuestra mente a través de prácticas de conciencia plena, a fin de promover un sentido mayor de bienestar. Las siguientes prácticas espirituales nos colocan en un estado de conciencia plena, y algunas también nos llevan a la salud física:

  • Practicar regularmente la oración contemplativa (consúltese los siguiente: Centering Prayer,Ignatian Examen o Breath Prayer)
  • Mantener un diario de gratitud para escribir las cosas por las cuales usted está agradecida
  • Leer la Escritura y escribir su meditación
  • Meditación dirigida

Encuentre propósito

Propósito es algo que uno practica más que algo que uno descubre. Con frecuencia valoramos lo que hacemos. De modo que, sentimos que tenemos propósito cuando nos involucramos en actividades. Estas actividades producen conexiones que brindan propósito:

  • Servir a otros
  • Escribir nuestras metas y los pasos que damos para conseguirlas
  • Hablar con un director o consejero espiritual

La resiliencia a veces se confunde con la autosuficiencia, pero no son la misma cosa. La resiliencia no tiene por qué ser solitaria. De hecho, para edificar nuestra resiliencia a menudo se necesita que nos conectemos con otros. También se fortalece cuando pedimos ayuda cuando la necesitamos. Cuando nos sentimos como atrapados por las circunstancias no significa que no tenemos resiliencia. Quizá solo quiere decir que deberíamos hablar con un consejero o terapista a fin de avivar nuestra resiliencia.

Si usted está en busca de un grupo con el cual conectarse para fortalecer esos músculos de resiliencia, la invitamos a que se una a la conversación con nuestro grupo de Facebook. ¡Nos vemos pronto!

Ryan Dunn, es ministro de involucramiento por la web de Rethink Church, que opera desde Comunicaciones Metodistas Unidas, Nashville, Tennessee. Contáctese por email.

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