5 preguntas para despejar su mente y conectarse de inmediato

La práctica contemplativa del examen nos conecta a lo divino cada día
La práctica contemplativa del examen nos conecta a lo divino cada día

Detenga el espiral de ansiedad. Interrumpa su rumiación interna respecto a las cosas que todavía tiene por hacer. Intégrese a este momento. Céntrese en la presencia del amor ahora mismo. Ignacio de Loyola creó un examen interno que es como una forma de oración contemplativa para que usted pueda lograrlo.

¿Qué es la oración contemplativa?

La oración contemplativa es una forma de oración que despeja la mente por medio de dirigir nuestra atención a un tema o área específica. Cuando practicamos la oración contemplativa, usamos una práctica recetada y diseñada para aumentar nuestra consciencia de la presencia de Dios con nosotros. Al hacerlo, los practicantes encuentran paz por medio de abandonar las preocupaciones y pensamientos momentáneos, abriéndose a la posibilidad de oír a Dios en el momento presente.

La oración contemplativa podría empezar con una palabra, símbolo o el simple acto de respiración. También podría empezar con una o dos preguntas. El examen es una práctica contemplativa que utiliza preguntas para centrar la atención en el momento y en el movimiento de Dios en nuestra vida diaria.

¿Cuál es el examen ignaciano?

Ignacio de Loyola (1491-1556) iba de camino a la fama militar cuando el proyectil de un cañón impactó una de sus piernas. Mientras se recuperaba, leyó acerca de Jesús y los santos de la iglesia. Esta lectura cambió su vida, para dedicarla al servicio religioso. Gasto mucho tiempo estudiando y tratando las prácticas místicas del cristianismo. Fundó la orden Jesuita y compiló muchas de sus prácticas espirituales como ejercicios espirituales.

Ignacio recomendó a los jesuitas que practicasen una reflexión diaria que llegó a ser conocida como el examen (por cierto, dijo que sería bueno hacerlo dos veces al día). El examen se conoce generalmente como el examen ignaciano. Se trata de una técnica de oración reflexiva que repasa las cosas que sucedieron durante el día. Ayuda a que los practicantes disciernen la presencia de Dios en los eventos del día.

En su forma más simple, nos invita a realizar cinco movimientos:

1. Dar gracias a Dios por lo que uno ha experimentado este día.

2. Pedir gracia para reconocer pecados y dejarlos atrás.

3. Hacer un repaso del día.

4. Pedir perdón por las faltas cometidas en ese día.

5. Decidir qué hacer después.

Un examen para el día de hoy

El modelo tradicional es, por cierto, significativo. Pero los que son parte de la tradición cristiana se beneficiarían usando una terminología distinta, así como puntos de reflexión diferentes.

  1. ¿Estoy consciente de Dios en este momento?
  2. ¿De qué me siento agradecida ahora mismo?
  3. ¿Cuándo experimenté amor en el día de hoy?
  4. ¿Perdí alguna oportunidad de demostrar amor a los demás?
  5. ¿Qué podría aprender de esto? (Se lo cuento a Dios.)

Otros exámenes

Gente creativa ha adaptado el examen para ser usado en situaciones diferentes.

Aquí le compartimos algunas de nuestras versiones favoritas:

Usted podría sentirse inspirada a crear su propio examen personal. De seguro que Ignacio lo aprobará si su examen centra su atención en lo que Dios está haciendo y a donde Dios la está llamando.

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